divendres, 5 d’octubre del 2012

Festival de Sitges (5-10-2012)

Viernes por la mañana. Todavía es pronto para calibrar si el Festival estará abarrotado de público, pero sigue habiendo menos afluencia que el año anterior. El pase de las 13:00h del film de Tsui Hark en el Auditori da pena de lo vacío que está. Especulo que los cinéfilos del festival no son el target principal del artificial inflado de precio que tiene las proyecciones en 3D, algo más propio de la cultura de masas que acude a los multisalas.


INSENSIBLES (2012) de Juan Carlos Medina


La opera prima de Juan Carlos Medina es un excelente film de terror con varias capas de lectura. Su título 'Insensibles' hace referencia directa a una rara enfermedad de un grupo de niños en la década de 1930 que son incapaces de sentir dolor ni alegría. Pero al mismo tiempo es una metáfora de los insensibles que no quieren remover la memoria histórica de España por miedo a que salgan a la luz las atrocidades de la guerra civil y la dictadura.


Narrada en paralelo mediante dos líneas temporales distintas que acaban convergiendo en un mismo final, mantiene de manera soberbia el suspense que va desembocando hacia un film de terror casi fantástico y grotesco. En especial con la formación de una criatura que es también símbolo de todos los males del momento histórico que narra.

Precisamente el final, un poco distinto al tono realista del resto del film, es lo que más desentona de Insensibles. Aunque cierre bien el círculo con el impactante arranque de la película.


HOLY MOTORS (2012) de Leos Carax



Este es el primer film que veo de Leos Carax, por lo que poco puedo opinar sobre si hay o no referencias a su anterior obra.

Holy motors es un film surrealista que narra un día de trabajo de una persona. Consiste en subirse a una limusina blanca, donde tiene a su disposición un amplio camerino para maquillarse y disfrazarse del personaje indicado en un dossier.

Así vemos al actor protagonista, excelente Denis Lavant, interpretando los diferentes papeles que requiere su oficio. Sea una abuela pidiendo limosna en la calle, un loco que come plantas y secuestra modelos, un asesino etc...

En parte es una metáfora con el universo propio de un actor profesional que se pasa la vida suplantando nuevas vidas y se ve incapaz de vivir la suya propia como ejemplifica el episodio en el que aparece Kylie Minogue.

A pesar del surrealismo y de que es un film poco convencional, los distintos episodios son suficientemente accesibles para un público amplio que tenga ganas de ver un film distinto a lo acostumbrado.



FLYING SWORDS OF DRAGON GATE 3D (2011) de Tsui Hark


Esta gran producción tiene el honor técnico de ser el primer film rodado en formato Imax 3D en China. Como no podría ser de otra forma, el escogido para dirigirla es el veterano Tsui Hark que tras varios viajes de ida y vuelta a occidente parece haber vuelto a instalarse en el país que vio nacer su carrera profesional.

Salvo honrosas excepciones (como en el caso de Avatar) o casualidades como este caso, suelo evitar las proyecciones en 3 dimensiones cuando escojo la sala en la que veo una película. Incluso en casos como el de Flying sords of dragon gate en la que la técnica es destacable no acaba de aportarme nada tener que ver un film con unas molestas gafas oscuras a cambio de unos efectos tridimensionales que distan mucho todavía de lo que espero de este formato.

Pero en el Festival de Sitges no hay opción para el 2D en películas filmadas en 3D, por lo que las he pasado canutas para poder leer los subtítulos del rótulo luminoso que con gafas oscuras no lo era tanto.

Dejando a un lado mis diatribas personales, este film de artes marciales (o 'wuxia' como prefieran) cuenta la misma historia que ya hicieron dos míticos films chinos anteriores: Dragon gate inn (Long men kezhan, 1967) de Hu King y New Dragon gate inn (Sun lung moon hak chan, 1992) de Raymond Lee. Este último ya tenía un guión firmado por el propio Tsui Hark y, según la imdb, también ayudó en labores de dirección.

La película cumple con lo que se espera de ella, entretenimiento puro, luchas espectaculares acrobáticas y efectos en 3D lanzados sobre el espectador. Todo englobado dentro de un buen argumento que hace especial hincapié en el gusto por la suplantación de identidad.

Lluís Alba
www.zumbarte.com