dissabte, 24 de maig del 2008

Antes que el diablo sepa que has muerto

Con la frase tomada de un tradicional brindis irlandés: Y que llegues al cielo media hora antes de que el diablo sepa que has muerto, comienza la película que toma parte de esa frase como título. Y casi me siento así en la media hora que he tenido que hacer de cola en una matinal en el cine Icaria. Por suerte iba con tiempo, pues normalmente no me encuentro más de 4 personas delante para comprar entradas en dicho cine. Pero claro, la culpa era de Indiana Jones.

No sé si habrá beneficiado o perjudicado que la nueva película de Sidney Lumet se estrene el mismo fin de semana que Indiana Jones. Pero lo que está claro es que retrasar su estreno cinco meses y tardar más de siete después de hacerlo en los EEUU sí que perjudica a una película.

Así en la era de internet, en la que a la gente le cuesta sacar el culo de su casa, puede decirse que más que un estreno, es un reestreno. Todo aquel interesado en Lumet ya la habrá visto por medios legales o ilegales. El diablo habrá tenido bastante más de esos 30 minutos para poder haber visto la película antes de su estreno.

Ahora empiezo a hablar del film:
Que un señor de 84 años siga haciendo cine ya es para admirarlo, pero que nos presente una película como esta es para que un paralítico manco se levante de su silla de ruedas y se quite el sombrero con el brazo que le falta.
Con una narrativa a base de unos bien aprovechados flashbacks (que Pete Travis mire y aprenda), nos encontramos con una historia que empieza al más puro estilo de cine negro con un sencillo atraco a una joyería, una preparación del atraco entre dos hermanos, una mujer (una Marisa Tomei espléndida vestida y aún más desnuda) que podría ser una femme fatal del género. Para poco a poco convertirse en una tragedia familiar shakespeariana.

Es cierto que durante sus dos horas de duración, hay un momento que uno empieza a preguntarse cuando acabará esto, pero por suerte sólo dura unos pocos minutos, pues hacia el final la película remonta el vuelo con gran fuerza.

Los actores están espléndidos: Albert Finney, Ethan Hawke, Marisa Tomei y, destacando por encima de ellos, Philip Seymour Hoffman, que juega en otra división.

Lluís Alba

dijous, 22 de maig del 2008

Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal

Por mi edad es la primera vez que siento en mis carnes un revival de algo más propio del pasado. Recientemente Stallone con sus Rocky y Rambo. Películas que había disfrutado de niño. Lo mismo sucede con Indiana Jones.

La sensación es extraña, ver a Indiana Jones canoso y arrugado me hace pensar que yo también debo ser más mayor que cuando las veía de niño, y preferiría que Harrison Ford fuera joven, porque yo volvería a ser un niño.

Con ello quiero decir que no es lo mismo, Indiana Jones tuvo su época gloriosa y esto es un divertimento más de Spielberg y compañía.
La nueva película de Indiana Jones, sin estar a la altura de sus predecesoras sí que es una película bien dirigida, con un buen sentido del ritmo y secuencias de acción con sentido. Algo que hará sonrojar de vergüenza a sus recientes imitaciones como La búsqueda.

Lo malo de la película es que empieza muy bien para ir bajando el nivel hasta un decepcionante final. Una primera mitad muy buena con guiños al espectador de las anteriores partes. Secuencias de acción entretenidas, divertidas, filmadas con sentido. Tanto el prólogo inicial, como la persecución en moto con Shia LaBeouf y Harrison Ford. Un Shia LaBeouf al cual temía, pero no sólo no molesta si no que crea un personaje divertido y se convierte en el mejor secundario del film. Seguramente porque los otros secundarios aparecen más a partir de la segunda mitad de la película que es la más floja. Un John Hurt que se defiende correctamente con lo poco que podía hacer con el personaje que le ha tocado. Karen Allen interpreta algo exageradamente a Marion, casi como si fueran una caricatura del personaje de En busca del Arca Perdida.

En definitiva, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal está unos peldaños por debajo de las anteriores partes de la saga, pero muy por encima de la mayoría de películas de este tipo que se pueden ver hoy en día. Y es que Spielberg es mucho Spielberg, a pesar de tener a George Lucas como argumentista.

dijous, 1 de maig del 2008

Iron man

Iron man es la primera película producida directamente por Marvel. El plan es hacer unas dos pelis al año sobre personajes de la editorial. En breve nos llegará una nueva versión de Hulk, y para el 2009 ya está Lobezno en marcha.

Este cambio en la producción se nota en la búsqueda de crear un universo Marvel más cohesionado en sus películas, al igual que ocurre en los cómics donde cualquier personaje puede aparecer en una u otra colección. En Iron man sólo hay pinceladas de esos detalles: la aparición de Shield, se nombra al general Ross (el eterno perseguidor de Hulk), y después de los créditos hay una (relativa) sorpresa que apunta más a esa cohesión del Universo Marvel cinematográfico. Así que el que todavía tenga que ver la película… ¡ni se le ocurra irse antes de finalizar los créditos!

La película es bastante fiel al cómic. Actualizando el origen a los tiempos que corren, el enemigo en los 60 estaba en Vietnam, ahora en Afganistán. A pesar de ser bastante previsible entretiene y hace que los 126 minutos que dura la peli pasen volando, cual jet en las botas de Iron man. Y, en parte, se lo debemos a su director un semi-desconocido Jon Favreau que, hasta ahora había destacado más como actor secundario. Su papel más conocido era el de un novio de Monica en la serie Friends que acabó dejando su trabajo para participar en campeonatos de lucha libre. Y como director, destaca Zathura, una de las películas infantil-juveniles revelación de los últimos años.

Buscando más profundamente podemos ver una metáfora de la política exterior de los EEUU. Unos terroristas son armados por Stark industries, después estos aprovechan esas armas para ir en contra del propio Stark. Y, seguidamente, Iron man tiene que intervenir en Afganistán para derrotar a los terroristas provistos por sus propias armas.

En cuestión de espectacularidad y efectos especiales, la película no defrauda en ningún momento. Lástima que, como siempre, los trailers avanzaban la mayoría de imágenes destacadas, y deja poco sitio para las sorpresas.

Deja detalles frikis, para los conocedores del cómic, que también apuntan directamente a posibles tramas de una secuela. Por un lado, tenemos a un acertadísimo Robert Downey Jr. para el papel, que no para de ingerir alcohol a cualquier oportunidad. Un Jim Rhodes mirando a la armadura plateada y diciendo que lo deja para la próxima. El nombre del grupo terrorista afgano, Los 10 anillos, dejando entrever la aparición de El mandarín para la secuela. Y por supuesto... la secuencia final después de los créditos.

Para el año que viene se prepara una película de Thor, por el director de Stardust. Preparando el terreno para una posible futura película de Los Vengadores. Los fans de Marvel pueden estar de enhorabuena si todo sigue según lo previsto.

Lluís Alba